5 de febrero de 2025

Las plantas, ¿comen?

Colaboración Especial: Acevedo-Barrera, Angélica Anahí; Pérez-Leal, Ramona; Villalobos, Pérez Elizabeth

 

Cuando observamos una planta, rara vez pensamos en ella como un organismo que necesita «alimentarse». La idea de que las plantas «comen» puede parecer curiosa, pero la nutrición de las plantas es un proceso fascinante y fundamental para la vida en la Tierra. Aunque no se alimentan como los animales, las plantas obtienen nutrientes esenciales de su entorno y los utilizan para crecer, desarrollarse y cumplir su papel en los ecosistemas. Una vez que las plantas obtienen su «alimento», lo transforman en energía y órganos.

 

¿De dónde obtienen las plantas sus nutrientes?

 

Las plantas no tienen bocas ni estómagos, pero absorben nutrientes a través de dos principales fuentes:

 

1.- El aire: El dióxido de carbono (CO₂) es absorbido por las hojas a través de los estomas, pequeños poros que también permiten el intercambio de oxígeno y vapor de agua. El CO₂ es esencial para la fotosíntesis, el proceso mediante el cual las plantas producen carbohidratos (glucosa), su principal fuente de energía.

2.- El suelo: Las raíces absorben agua y minerales disueltos. Estos minerales se dividen en macronutrientes (como nitrógeno, fósforo y potasio) y micronutrientes (como zinc, boro y manganeso). Cada uno cumple una función específica, desde la formación de tejidos hasta la regulación de procesos enzimáticos. 

 

El proceso de «alimentación»: la fotosíntesis

 

La fotosíntesis es el corazón de la nutrición vegetal. Este proceso ocurre en las hojas y otras partes verdes de la planta gracias a la clorofila, un pigmento que captura la luz solar. En este proceso:

1. La planta utiliza CO₂ del aire y agua del suelo.

2. Con la energía del sol, convierte estos insumos en glucosa y oxígeno.

La glucosa se emplea como fuente de energía y como bloque de construcción para formar celulosa, almidón y otros compuestos esenciales para el crecimiento.

Dato interesante: La fotosíntesis no solo alimenta a las plantas, sino que también produce oxígeno, un subproducto vital para la vida en la Tierra.

 

¿Qué pasa con los nutrientes del suelo?

 

Además de agua, las plantas necesitan elementos minerales para crecer. Aquí algunos de los más importantes:

 

• Nitrógeno (N): Esencial para el crecimiento de las plantas, ya que forma parte de las proteínas y promueve la formación de órganos (tallos, hojas, flores, etc.).

• Fósforo (P): Importante para la transferencia de energía y el desarrollo de raíces y semillas.

• Potasio (K): Ayuda en la regulación del agua dentro de la planta y en la formación de azúcares.

 

¿Qué pasa si falta algún nutriente?

Cuando un nutriente esencial está ausente o en baja disponibilidad, las plantas muestran deficiencias que pueden incluir:

  • Hojas amarillentas (clorosis): Falta de nitrógeno o hierro.

  • Raíces poco desarrolladas: Deficiencia de fósforo.

  • Manchas en las hojas: Carencia de potasio o micronutrientes como zinc o manganeso.

En sistemas agrícolas, estas deficiencias suelen corregirse con fertilizantes diseñados para proporcionar los nutrientes que el suelo no puede ofrecer de forma natural, sin embargo, para utilizarlos en la cantidad y en el momento correcto, se debe realizar un programa de fertilización con ayuda de un experto en nutrición de plantas.