«Hambre oculta: desnutrición a causa de suelos pobres»
MARCO ANTONIO PIÑÓN BALDERRAMA
COLABORACIÓN ESPECIAL
CHIHUAHUA.- En la semana del 14 al 18 de octubre se llevó a cabo en la ciudad de Chihuahua, Chihuahua el 480 Congreso Mexicano de la Ciencia del Suelo, un evento donde se reúnen profesionales en el área de suelos de cerca de 45 Instituciones educativas y de investigación.
Entre los muchos eventos que tuvieron lugar durante el congreso destaca la conferencia magistral impartida por el Dr. Ismail Cakmak de la Universidad Sabancı, de Estambul, Turquía, titulada “Hambre oculta: ahora es el momento de buscar soluciones para la nutrición del suelo y de los cultivos para este problema persistente”.
El doctor Cakmak define el hambre oculta como la desnutrición por deficiencia de micronutrientes en seres humanos, un problema que sufre hasta el 25% de la población del planeta, especialmente en el mundo en desarrollo donde los más vulnerables son los lactantes, los niños en edad preescolar y las mujeres en edad reproductiva.
Las deficiencias de hierro (Fe), zinc (Zn), selenio (Se) y yodo (I), resultan en graves complicaciones para la salud.
La deficiencia más común en la nutrición es la de Hierro que afecta a cerca de 1,000 millones de personas y está asociada a la anemia, por otro lado la deficiencia de zinc ha causado 116,000 muertes en niños menores de cinco años principalmente debido a un aumento de enfermedades infecciosas como la diarrea y la neumonía, el zinc tiene fuertes efectos antivirales y antibacterianos en el cuerpo humano y está involucrado en la respuesta inmune contra varios virus, incluido el coronavirus. De igual manera, el selenio también es necesario para optimizar el sistema inmunológico contra ataques virales y es requerido para la prevención de varios tipos de cáncer en el cuerpo humano, lo que puede reducir el riesgo de algunos cánceres.
En el caso del Yodo, y a pesar de la estrategia del uso de sal yodada durante décadas, se ha informado que la deficiencia de yodo sigue siendo prevalente en varios países. Se estima que 2 mil millones de personas están en riesgo de deficiencia de yodo. Incluso algunos informes indican que la deficiencia de yodo está resurgiendo como un problema de salud pública. El papel del yodo en el cuerpo humano está relacionado con la biosíntesis de hormonas tiroideas, que son importantes para la función cerebral y el desarrollo mental.
La baja disponibilidad de micronutrientes en el suelo para las plantas y, en consecuencia, la ingesta dietética inadecuada de micronutrientes, se han señalado como la causa principal de la alta incidencia de deficiencias de micronutrientes en humanos. Los sistemas de producción de cultivos nunca se han diseñado con el objetivo de mejorar la nutrición y la salud humana, lo cual es una razón particular que explica en parte la ocurrencia generalizada del hambre oculta.
Por lo tanto, los sistemas de producción de cultivos deben incluir enfoques sensibles a la nutrición y alinearse con la producción de alimentos básicos biofortificados para las poblaciones objetivo, ya que la mayoría de los alimentos básicos son inherentemente muy bajos en micronutrientes y no pueden satisfacer la ingesta diaria recomendada de estos.
El doctor Cakmak participa en proyectos con este enfoque, específicamente en el arroz, un cereal básico, bajo en micronutrientes y que además se procesa extensamente antes de su consumo, como el pulido, el vapor y la precocción.
En un trabajo colaborativo firmado por 15 destacados investigadores entre ellos el doctor Cakmak, llevado a cabo en 21 localidades de 5 países y durante dos años consecutivos se utilizó la biofortificación con Fe, Zn, I y Se y se logró aumentar la cantidad de los 4 micronutrientes en el grano de arroz de manera significativa, esta estrategia de manejo de cultivos ayuda indudablemente a disminuir el hambre oculta, el estudio se llevó a cabo entre los años 2016 y 2017 y se llama: “Biofortificación simultánea de arroz con Zinc, Yodo, Hierro y Selenio a través de tratamiento foliar con un cocktail de micronutrientes en cinco países”.
Los cinco países involucrados en el sitio producen casi 300 millones de toneladas métricas de arroz, lo que corresponde a aproximadamente el 60% de la producción mundial. Por lo tanto, la adopción de esta estrategia agronómica, contribuiría significativamente a la ingesta diaria de micronutrientes y con ello a la reducción del hambre oculta.
Estudios recientes que utilizaron un sistema digestivo humano simulado mostraron que el Zn, I, Fe y Se en alimentos biofortificados agronómicamente son suficientemente bioaccesibles para su uso por el cuerpo humano.
Regresando al ámbito local, es satisfactorio ver entre las investigaciones de la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas que existen trabajos que se ocupan de la biofortificación con micronutrientes como el caso de la investigación de Tanahiri García que aplica Zinc de manera foliar en plantas de dalia para medir su concentración final tanto en flores como en raíces, ambas partes comestibles que pueden llegar a disminuir el problema del hambre oculta en algunas partes de la República Mexicana.
Nota: El presente artículo ha sido revisado y aprobado por la doctora Adriana Hernández y por la doctora Ana María de Guadalupe Arras Vota y es parte de los trabajos de la materia seminario de especialización de la Maestría en Ciencias Hortofrutícolas de la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
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